PISCINA ACOGEDORA
Este proyecto de piscina privada nace de una idea muy sencilla: crear un refugio íntimo donde el usuario pueda desconectarse del ritmo diario y sentirse dentro de un pequeño oasis. La propuesta combina el agua, la madera y la vegetación tropical en una atmósfera cálida, tranquila y natural. Todo el diseño fue pensado para que cada elemento se conecte visual y sensorialmente con el otro, logrando que el espacio se sienta orgánico y fluido. La piscina se organiza de forma lineal, con un recorrido que invita a la calma desde el acceso hasta la cascada al fondo. Los bordes curvos suavizan la geometría del conjunto y dan una sensación más acogedora, mientras el muro de piedra con caída de agua se convierte en el corazón visual y auditivo del proyecto, generando un sonido relajante que acompaña el ambiente. Los materiales juegan un papel esencial: la madera del deck aporta calidez y textura, los muros en tonos arena amplían visualmente el espacio, y el revestimiento interior en mosaico verde refleja la luz del sol de una manera casi viva. La vegetación —palmas, monsteras y especies tropicales— abraza el perímetro, envolviendo el área con frescura y movimiento. Por la noche, la iluminación cálida resalta las texturas del muro y el reflejo del agua, creando una atmósfera íntima sin perder elegancia. En conjunto, este espacio representa una síntesis entre minimalismo tropical y bienestar contemporáneo. No busca impresionar con exceso, sino transmitir una sensación de serenidad y conexión. Cada detalle, desde la curva del borde hasta la luz que cae sobre el agua, fue diseñado para invitar a detenerse, respirar y disfrutar del silencio.